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CERCA DE TI





Hay quienes creen que pasar por situaciones difíciles es sinónimo de la ausencia de Dios. Claro, en la mayoría de esos casos sentímos que Él está lejísimos, o peor: que no está. Pero como dicen por ahí "Dios prometió estar contigo siempre, no que ibas a sentir Su presencia todo el tiempo". (Isaías 43:2)

Todos le huímos a esos tiempos donde no parece haber salida, donde lo único que se nos ocurre hacer es llorar y donde las fuerzas parecen esfumarse; donde nadie parece comprenderte, o ni siquiera te atreves a contar a alguien tu desesperación; donde quisieras meter la mano en tu pecho, sacar por un momento tu corazón y dejar de sentir por un tiempo. 

Hay un problema, no dejarás de sentir ni tampoco podrás evitar que situaciones como éstas lleguen a ti. Sin embargo hay una buena noticia: En esos tiempos duros, dice la Biblia, que Dios está más cerca de ti que nunca antes. Mira:

"El Señor está cerca de los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza".
Salmos 34:18

¿Te das cuenta que NO dice que está contigo? Dice que está CERCA de ti. 
No tengas en poco esta promesa, cuando Dios dice que estará con nosotros (Emanuel) lo hace sin hacer mucho alarde (recuerda el pesebre) pero cuando termina Su obra y declara que está consumado el plan, el velo se rasga y la historia se divide en dos.

No hay momento más oscuro en la noche como cuando está a punto de amanecer. Permanece confiado que tu Salvador no te ha dejado. Todo velo en tu vida será rasgado, y la historia de tu vida estará dividida en dos: En el proceso, y la transformación gracias al proceso.

Recuerda, Él está muy cerquita de ti.

Orianna García 

¿Soledad?



A veces estar lejos de todos no es tan malo. La mayoría de las personas le temen a la soledad pero creo que Dios la utiliza de vez en cuando para transformar algo en nosotros.




Abraham debió estar lejos de su país y su familia -se convirtió en el padre de la fe-, José tuvo que pasar penurias lejos de su padre - y pudo ayudar a naciones que se encontraban en hambruna-, a Moisés le tocó vivir en el desierto -y fue el instrumento de Dios para libertar a Israel-, David necesitó crecer en el campo -y se convirtió en rey (el hombre conforme al corazón de Dios)- , Saulo debió quedar ciego y estar apartados de todos - y se convirtió en Pablo, el Apóstol de las naciones. 

¿Lo ves? En ocasiones a Dios le es necesario apartarte de todos, y en el silencio de la intimidad, pueda susurrarte Su amor, y transformarte en la persona que debes ser.

No será sencillo,nadie dijo que lo fuera; pero  algo especial ocurre cuando, cerrada la puerta, el carpintero empieza a tallar la madera.

No temas, no sólo saldrás ileso, serás una obra de arte. 



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Reconocerle




Desde hace rato tengo dándole vueltas a un asunto. Ahí les va:

Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios  procedentes del Oriente.
 —¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo. Mateo 2:1-2

¿No les hace ruido igual que a mi? Les confieso que siempre que leía estos versículos perdía el hilo completamente para preguntarme:
- ¿Por qué rayos fueron unos sabios, y no los judíos, los que vinieron a traer regalos y a adorar a Jesús?

Decidí investigar sobre aquel asunto, y leyendo algunos apuntes teológicos ¡shhaaass!, Dios me permitió comprender algo espectacular.

Dice la Biblia que los magos venían del oriente, es decir de muy lejos; y fueron éstos los únicos que reconocieron y adoraron al Rey.
Ahora bien, sabemos que Dios ya había hablado a Su pueblo a través de los profetas sobre la venida del Mesías, sin embargo vemos que, aunque los judíos conocían esta promesa de pie a cabeza, no pudieron identificar al Cristo cuando éste vino al mundo.

Why?

Simple:
Porque tenían su propia idea de cómo sería el Cristo. Ellos estaban seguros que, al nacer el Mesías, lo reconocerían de inmediato y no tenían duda de eso. Como ya he dicho en otra ocasión, los judíos esperaban a un guerrero; alguien tipo al Aquiles que interpreta Brad Pitt en la película Troya. Alguien que los librara del yugo romano.

Pero hubo un pequeño detalle. Nada pasó como ellos lo esperaban.

A sólo 8km de Jerusalén había nacido el Salvador, ¡sólo 8km! Y nadie se enteró. No hubo bombos ni platillos, es más ni siquiera había lugar para poner al bebé; fue por ello que estuvo en un pesebre (recipiente donde come el ganado domestico).

“Los que por conocimiento debían estar mas apercibidos lo están menos. Los que por situación estaban mas cerca del lugar del nacimiento, estaban mucho mas lejos…” Samuel P. Millos

¿Sabes algo aun peor? Muchos de nosotros repetimos esta historia una y otra vez.

Tenemos nuestra propia idea de cómo Dios ha de bendecirnos, estamos seguros que al cumplirse Su promesa la reconoceremos de inmediato, porque la conocemos de pie a cabeza.
Solo hay un pequeño detalle. Quizá nunca ocurra como esperas.

Tal vez tu milagro esté también a corta distancia y ni siquiera te has enterado, y aunque en teoría debieras estar más cerca de tu bendición, tu corazón está muy muy lejos.
Nuestras propias ideas y planes muchas veces empañan nuestra visión y nos impiden ver lo que Dios ha diseñado. Nos deslumbramos a nosotros mismos esperando al Aquiles de Troya, y resulta que Dios tiene algo infinitamente mejor: no al superdotado guerrero, sino a El mismo.

Has una pausa en el ajetreo y compromisos de tu vida y presta atención. El bebé está llorando y está muy cerca; no lo reconoces porque no esperabas que fuera el hijo del carpintero, pero JAMAS subestimes al bebé que nació entre los animales,

“Porque nos ha nacido un niño… la soberanía reposará sobre sus hombros…” Isa 9:6-7

No importa si no lo parece, es tu promesa hecha realidad; cree y jamás te sientas decepcionado, porque a Dios le fascina hacer de lo que parece ordinario, algo extraordinario.


Orianna García 

UN DÍA MÁS, UNA MILLA MÁS, UN ROUND MÁS


(Si te cansas de leer sin terminarlos solo piensa: Una línea más, una línea más) Si lo culminas habrá valido la pena, y lo más importante: lo habrás logrado :) )

No iba a escribir esto, de verdad no iba a hacerlo. Tomé papel y lápiz porque justo ahora estaba por hacer la lista de mis metas por alcanzar este 2do semestre del año, pero resulta que soy débil a la chispa que se me enciende cuando cae la lluvia – como ahora ocurre en Ciudad de Panamá - . Mejor dicho, es un aguacero como el del día de mi boda :D - El que sabe a lo que me refiero entiende la magnitud del palo de agua en el que encuentro inmersa - ¡En fin! A lo que voy. 

Viendo el agua y sintiendo la fuerte brisa recordé unas palabras que leí en mi Facebook, y que por cierto no he tenido ocasión de responder como merece: "Un día más, una milla más". Y como preciso hoy leí en un libro de John Maxwell 

    -Cuando le preguntaron al boxeador que fuera campeón de los pesos pesados,    James J. Corbett, cuánto le costó llegar a la cima, respondió “Pelear un round más”. Luego agregó: “Cuando tus pies están tan cansados que tiene que ir hacia el centro del ring, pelea un round más”.




La mayoría de nosotros nos damos por vencidos rápidamente al ver que algún plan, meta o sueño, se nos hace muy difícil de conquistar o no se cumple en la fecha tope que habíamos estipulado para que se lograra o cumpliera. Cambiamos el rumbo y la meta, perdemos la esperanza, abandonamos el sueño y argumentamos sencillamente “No era de Dios”. Últimamente he pensado que esta frase la utilizamos para tapar de alguna manera un fracaso (entiéndase como fracaso algo que no precisamente es negativo) Huimos por la tangente, fingimos un poco de demencia, sonreímos apenados y ¡listo!, asunto arreglado, “no era de Dios”. Pero resulta que el Señor no obra de esta manera.

En cierta ocasión crucial de mi vida, una buena amiga me dio un sabio consejo. Me dijo: Ory, el hecho de que haya oposición en lo que hagas no quiere decir que no sea voluntad de Dios, todo lo contrario. Es de Dios porque debes enfrentar la batalla para poder conquistar”. Ella estaba en lo correcto, y todos aquellos que tienen un espacio digno en la Biblia lo pueden corroborar; sobre todo Aquel que enfrentó la Batalla más grande de todos los tiempos: Jesús. Un grito más, un golpe más, un paso más, un clavo más. 

Dios no demanda mentes brillantes, ni grandes talentosos para hacer propósitos extraordinarios. Sólo le basta un corazón dispuesto, y unos pies, que aunque estén cansados, puedan determinarse a “un día más, una milla más, un round más”.

Culmino regalándoles esta frase “La cruz viene antes que la corona”. Enfrenta un round más, te garantizo llegarás a la cima.

Por cierto, ¡felicidades! entre línea y línea llegaste a la meta. Llegaste al final. 

Orianna García

RIESGOS



A veces me gusta imaginarme cosas, plantearme escenarios, y últimamente he estado preguntándome ¿qué habría sido de la historia si Martin Luther King no hubiera asumido y enfrentado los riesgos de su campaña contra el racismo? Él tenía un sueño, muchos lo sabemos; lo expresó en su famoso discurso de 1963:

“Sueño que un día… los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas

Para entonces era imposible, pero ¿qué hubiese pasado si su sueño hubiera quedado sólo en eso, en un sueño? ¿Cómo sería la historia entonces? Martin tuvo un sueño y lo persiguió pese a los riesgos que esto acarreaba. Lo asesinaron claro, él sabía que eso podría pasarle pero sin embargo se atrevió.

Ahora seamos honestos, tú no serías capaz de asumir un riesgo como ese ¿no es cierto? No me refiero a soñar, seguro eres un buen soñador. Te hablo de algo como enfrentarte a la sociedad, e incluso a gobiernos. Echarte a las autoridades de enemigos, y vivir bajo amenazas de muerte.

¡No! definitivamente no creo que seas capaz de eso.

La mayoría de nosotros ni siquiera se mudaría de hogar si el otro sitio no le brindara mayor confort o seguridad. No hacemos algún viaje si las cosas no están minuciosamente planificadas y no escogemos una carrera universitaria si ésta no pudiera abrirnos las puertas para un buen trabajo. ¡Nada de riesgos! A casi todos nos gusta vivir al abrigo de la cómoda seguridad.

Oramos por un buen empleo, por una pareja idónea, la paz del mundo y quién sabe qué más, pero ni tan siquiera imaginar que Dios tenga otros planes riesgosos. Anulamos y reprendemos.

¡COBARDE!

Que pesar tener decírtelo, pero sí, eres un completo cobarde.

Nadie se atrevería a crear algo con el RIESGO de que luego esto te cambiara todos los planes y te acarrearía el mayor de los problemas. Bueno Dios lo hizo. Nos creó.

Nadie dejaría la comodidad de su país, su familia y amigos, su cultura etc., con el RIESGO de ir a vagar a quién sabe dónde sólo porque Dios le dijo que lo hiciese. Pues Abraham obedeció.

Nadie se enfrentaría a una nación entera, imposible de penetrar, con el alto RIESGO de perder la batalla. Josué se atrevió.

Nadie sería capaz de hacerle frente a la mayor autoridad de un país para pedirle que cambiara la ley, con el RIESGO de ser asesinada incluso con el solo hecho de pararse frente a él. Bueno, Esther lo asumió.

Nadie hubiera cometido la completa locura de negarse a hacer lo que un gobierno corrompido mandaba con el RIESGO de tener una muerte nefasta. Daniel se arriesgó.

David con Goliat, Nehemías con la reconstrucción, María diciendo que era virgen pero que estaba embarazada. En fin, si no hay riesgo es como que si para Dios no tuviera sentido. Tal vez Dios sea como los directores de esas películas de ficción: si no hay riesgo, el filme es como un huevo sin sal.

Si Luther King no hubiera propiciado esta lucha hoy quizá personalidades como Oprah Winfrey, Aretha Franklin, Morgan Freeman y el mismísimo Barack Obama, entre muchísimos otros, no hubieran tenido ninguna clase de oportunidad, ¿qué hubiera sido del mundo si todo fuera de los blancos y para los blancos? ¡Qué va! No hay sazón así.

Si quieres ver a Dios en acción, espera a que hagas a un lado la cobardía y tengas que enfrentar un riesgo.

Por último.
Nadie. Absolutamente nadie, sería tan osado como para dejar y entregarlo TODO con el riesgo de que ni siquiera le brindaras el espacio que merece de tu corazón. Bueno ¿qué Crees? ¡Sí, Exactamente! Jesús lo hizo.

Finalizo con una frase que Edna Moda le dijera a Elastigirl (personajes de “Los Increíbles” de Disney)

-        “Ve, enfrenta, pelea ¡gana!”


Orianna García
 
 
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