Una las bandas más importantes en la historia de la música popular, y de mayor influencia en todo mundo, The Bleatles, decidió inesperadamente, tocar por última vez sobre un edificio. Habían innumerables propuestas descabelladas acerca de ese último concierto, una de ellas era hacerlo en el Coliseo de Roma o frente a las Pirámides de Guiza en Egipto; sin embargo Jhon Lennon, George Harrison, Paúl McCartney y Ringo Starr prefirieron algo mucho más simple: Una azotea.
Sin publicidad alguna y en pleno medio día sorprendieron a la ciudad de Londres. Muchos dudaban que en realidad fueran The Beatles quienes estuvieran dando un concierto gratuito sobre un edificio, pero lo que todos ignoraban era que esta sería la última vez que el mundo los escucharía juntos. Los famosos ingleses una vez más causaron revolución, y luego de casi 50 años, cientos de bandas han imitado esta creativa presentación.
Creo que Dios también lo hizo en algún momento. En vez de preferir una llegada solemne a la tierra prefirió un pesebre; en vez de ser Rey de Israel, prefirió estar como un hombre común; y todavía más absurdo fue donde eligió redimir a la humanidad: Una cruz.
Sin mucho alarde y de la manera menos esperaba, Dios se hizo hombre y salvó a Su creación. Muchos dudaban que en realidad fuera el mismo Dios el que estaba clavado en un madero, pero lo que todos ignoraban era que de esta extraordinaria manera la historia sería dividida en dos, y que nada jamás apuntaría hacia el mismo sentido. Dios una vez más había causado una revolución y aún luego de 2000 años, de este acontecimiento desconcierta a todo el planeta.
Los Beatles prefirieron la simpleza de estar sobre un edificio, Dios prefirió estar sobre una cruz. Hay algo que diferencia a estos dos acontecimientos; uno disolvió la banda más famosa del mundo, el otro fue la manera que Dios eligió para conquistar tu corazón.
Una vez más Dios escoge lo cotidiano del internet para mostrarte lo extraordinario de Su amor.
Orianna G.
